viernes, 18 de febrero de 2011

Voy a subir el manillar (I)

Un manillar muy bajo te hará mucho más aerodinámico, ofrecerás menos resistencia al aire e irás más rápido pedaleando lo mismo. Vamos, un chollo. Pero (todos los chollos tienen un pero) la postura que adoptas en la bicicleta no será la más cómoda. No es por animar pero es posible que comiences a notar sobrecargas en la zona lumbar, dolor de cuello, presión y adormecimiento en las manos...
Por cualquiera de estas razones has decidido subir el manillar. Como ocurría al modificar la altura del sillín, al subir el manillar vamos a modificar dos parámetros:
  • la diferencia de alturas entre el sillín y el manillar
  • la distancia sillín-manillar
Debemos tener en cuenta, antes de nada, que subir 1 cm la potencia del manillar no equivale exactamente a disminuir en 1 cm la diferencia de alturas (disminuye algo menos). Por otro lado, la distancia sillín manillar disminuye un poco. Y todo por culpa del ángulo del tubo de dirección, que llamaremos beta

Este ángulo varía de unos modelos de bicicleta a otros y cambia en función de la talla de la bicicleta. Por norma general, a mayor tamaño de cuadro, mayor ángulo (al contrario de lo que ocurría con el ángulo del tubo vertical, como vimos en otro capítulo). En esta tabla se muestran los distintos ángulos del tubo del sillín (alfa) y tubo de la dirección (beta) en función de las distintas tallas de un determinado modelo de bicicleta.

Una bicicleta con un ángulo beta grande será man manejable pero menos estable. Si el ángulo es pequeño, disminuirá la manejabilidad y aumentará la estabilidad. Esta moto es un buen ejemplo de esta última afirmación (ángulo beta muy pequeño).

Las bicicletas que se utilizan en el circo son un claro ejemplo de un elevado ángulo en busca de un fácil manejo. La bicicleta de la imagen inferior tiene un ángulo beta cercano a los 90º.

Continuará...

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