Aunque algunos lo llamen tubo vertical, se trata de un tubo inclinado que comienza en el eje del pedalier y se prolonga con la tija del sillín. También he leído que algunos lo llaman caño piantón (en Argentina p.e.). Su longitud y su angulación varía de unas bicicletas a otras.
La longitud a es la que determina la talla de la bicicleta y en las bicicletas de carretera se suele expresar en centímetros. Hace años se diseñaban cuadros "cuadrados", en los que la longitud del tubo del sillín era similar al tubo horizontal. Además el tubo horizontal hacía honor a su nombre y era realmente horizontal. Hasta que llegó el "slooping" y el tubo horizontal se inclinó de arriba abajo del manillar al sillín, con lo que el tubo del sillín disminuyó su longitud. Esta "caída" del tubo la trataremos probablemente en un próximo artículo.
El ángulo que forma el tubo del sillín con la horizontal (X) se mueve entre los 71º y 74º. Este ángulo depende de la marca y de la talla de la bicicleta. Como norma general el ángulo disminuye a medida que aumenta la talla del cuadro (ver en la imagen inferior, resaltado dentro del cuadro rojo). Este ángulo va a condicionar el retroceso del sillín, un parámetro muy importante en la eficiencia de la pedalada.
Un ángulo elevado hará que vayamos más adelantados obre la bici con la consiguiente sobrecarga en el manillar. Al contrario, ángulos inferiores a 73 provocarán que el centro de gravedad se retrase y aumentará el apoyo sobre la rueda trasera.
Un tubo muy vertical nos coloca en una postura más adelantada, más agresiva que nos va a permitir pedalear con mayor cadencia. Esto es lo que buscan las bicicletas de triatlón. Un tubo del sillín con un ángulo inferior, por el contrario, facilita el pedaleo sentado, con grandes desarrollos.
En cualquier caso, éste ángulo debe permitir que una vertical que pase por detrás de la rodilla en posición de 90º de pedal coincida con el eje del pedal. Pero eso es otra historia que comentaremos otro día.